domingo, 29 de marzo de 2015

LA HOJA EN BLANCO

PILAR DEL CAMPO PUERTA

- Oye.
- ¿Qué?
- Tengo la hoja en blanco y no se me ocurre nada -me dice María con cierto aire de desencanto y preocupación.
- No te apures, verás...

Un problema con el que se encuentran los escritores llamados "noveles" es el terror a la hoja en blanco: querer escribir y no encontrar las palabras, las frases, el comienzo; a que la mente y la mano no tengan coordinación; a que la idea se escape sin escribirla... A que la hoja siga en blanco. Pero no deben obsesionarse, pues aunque parezca mentira, ese mal, también lo padecen los escritores más expertos; claro que cada cual tiene sus recursos para solucionarlo. Para Borges, sin ir más lejos, no suponía un problema  la hoja en blanco porque  siempre tenía material archivado que utilizaba cuando era preciso. 

Tomemos, pues, ejemplo de Borges: hay que guardar cada idea, cada frase, cada palabra que se  ocurra para cuando sea necesario tirar de apuntes. Ya aconsejé en otra ocasión llevar una libreta (si la mente apremia valen también servilletas de papel, pañuelos de ídem, billetes del metro...) para ir apuntando todas las ocurrencias, antes de que se esfumen, pues esperar que, a la hora de escribir en firme, las palabras maravillosas y adecuadas acudan a la mente, y ésta las haga llegar a las manos ágiles para pasarlas al papel o al ordenador, es pura ilusión. 

Además, cuando la chispa de la creación narrativa se enciende y, con la agilidad deseada, mente y manos van a la velocidad adecuada, seguro que de lo escrito solo se pueden rescatar tres o cuatro frases nada más; el resto, sin menosprecio, pasará a la libreta de ideas como mero ejercicio.

Consejo: No obsesionarse con la hoja en blanco; hay que comenzar a escribir como un ejercicio. Lo bueno llegará solo.

Consejo: Sentarse frente una hoja en blanco sin saber qué escribir es una necedad, sólo hay que hacerlo cuando se tiene algo que contar, cuando la idea ronda por la cabeza... La hoja se irá llenando sola.

Consejo: La primera frase casi nunca es la definitiva y siempre hay tiempo para cambiarla. 

No obstante, por si la página se obstina en continuar blanca, plasmo aquí el Poema Olvidado de Blanca Sarasua


Seguía mirándome desnuda
la cuartilla de papel
y era como un paisaje desértico,
ciego de luz y alacranes
sin una huella humana
sin camino
donde poner el pie.
  
El sueño me llamó con su voz lenta,
y fui desenredando su melena
hasta dormirme
sin un punto de apoyo,
hasta que surgieron los caminos
y le brotaron huellas a la tierra,
y un mar de palabras
absorbiéndome,
hacia la plenitud íntima
del reino de la idea.

Luego se marcharon, cogidos de la mano
el sueño y el poema.
De nuevo, ante mi mesa
la cuartilla,
como una pared desvencijada
sin amor 
pidiéndome las cuentas


Gato sobre almohadón amarillo (Franz Marc)


 ¡Espero que te haya gustado! Continuará...

NOTA:
Recuerda que siempre hay que citar la fuente de información. Para citar este post, puedes hacerlo de la siguiente manera, por el método Harvard:

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sábado, 21 de marzo de 2015

21 DE MARZO DÍA DE LA POESÍA

PILAR DEL CAMPO PUERTA

Quiero regalar a todos este poema de mi libro Mar: Pinceladas y letras. 


CLARIDAD

Más clarita que el agua clara.
Más clarito que el cielo claro.
Pensamiento claro.
Palabrita clara.
Que más claro no hablo.
De franqueza si me acusas, de risa me parto.
De sincera, por lo que digo, te tengo los oídos hartos.
Intuición, eso de mí te atormenta,
porque lo veo todo claro.

Sagaz, por inspiración de cielo y mar.
Abierta de corazón y manos.
Y por boca, lo digo todo muy claro:
que si no quito no me quiten,
que si doy no me exijan,
que si callo no pregunten,
que si hablo me escuchen,
que si respeto me respeten,
que si duermo me velen, y
Dios me ayude si al alba me levanto.
  
Clarito como el mar y el cielo,
el sentimiento claro.
Sin  marejadas. Sin nubes.
Sin asomo de borrascas que solivianten el ánimo.
Que más vale palabrita clara
y pensamiento claro.
Que si los adentros se enturbian,
de lo que no quiero, hablo.
Creo que hablo claro.

Una obra donde la poesía y la pintura se abrazan.


sábado, 14 de marzo de 2015

FRASE PARA LA REFLEXIÓN

PILAR DEL CAMPO PUERTA

Muchas  veces la inspiración está en una frase.

Cuando una frase se cruza en el camino de un escritor el ritual a seguir es: anotarla, meditarla, apropiarse de ella, usarla, convertirla a propia, trabajarla y volverla a ofrecer.

Y eso es lo que he hecho con la frase que Arturo Perez-Reverte  ha ofrecido  en un programa de televisión. Cuando la ha dicho, la he anotado en la agenda y... aquí os la ofrezco de nuevo.



Consejos a recordar: 
* Hay que ser ventaneros, estar abierto a todo lo que se ve y se oye.
* Anotar ideas y frases que parezca interesante.
* Trabajar en la escritura cada día.
* La bibliotecas son las grandes aliadas de los escritores.




¡Espero que te haya gustado! Continuará...

domingo, 8 de marzo de 2015

COMO ESCRIBIR SIN PERDER EL CONTROL

PILAR DEL CAMPO PUERTA

Homenaje a la mujer trabajadora -"escritora"

Sin entrar en polémica, es indiscutible decir que siempre ha sido más costoso para las mujeres la creación artística que para los hombre, no por sus cualidades, que son exactamente las mismas, pero sí por las circunstancias. 

Detrás de un gran escritor hay, una gran mujer, por ejemplo: Zenobia Camprubí detrás Juan Ramón Jiménez o María Teresa León detrás Rafael Alberti. Pedro detrás de una escritora hay un caos.

Hagamos un primer retrato-relato: 

El escritor sumergido en su mundo nuevo de personajes y situaciones tan adversas como desconocidas, permanecía sumido en un continuo ayuno; y allí estaba ella, silenciosa, a cada rutinaria hora en la que el estómago tiene por costumbre engullir alimento, unas veces con una taza de leche y galletas, otras con un plato de sopa y un bistec troceado, algún yogurt o fruta a la tarde, y si la noche se intuía larga e intensa, un termo de café acompañado de algún sandwich, con un cándido beso de buenas noches en la ardorosa frente, y un ¡no te quedes hasta muy tarde! por advertencia. 

El escritor, asentía con la cabeza por no perder el compás, mientras los ojos de ella se encendían con dos brillantes lágrimas, unas veces de misericordia, otras de cariño, otras de indignación y las más de frustración, ¡la quiere más a ella que a mí!, se decía  mientras cerraba la puerta para que nada ni nadie, ni la noche siquiera, quebrara el arrebato creativo del escritor. En su alcoba, sola, repetía ¡la quiere más a ella que a mí!, refiriéndose a la obra. En la sombra, la buena y sumisa mujer del escritor era la protagonista de la historia aunque ni él ni ella lo supieran.

El segundo retrato-relato, el de mujer escritora, es:

La escritora, por lo general esposa y madre, que se encarga del hogar y la familia, se sienta frente al ordenador en el momento que cree ser el más apropiado. Ha terminado de hacer las camas, ha quitado las pelusas al suelo aún sabiendo que cuando lleguen los chicos traerán barro en las botas y tendrá que volver a barrer; la comida ya va dejando el aroma a guiso por toda la casa y la lavadora (que dudó si ponerla o no, pero al final cedió) ahí anda dando vueltas. 

La escritora, se sienta frente al ordenador, después de haber ordenado todos los papeles que ha ido almacenando en el bolso durante varios días y, cuando el programa informático le da la bienvenida y los dedos están en las teclas, suena el teléfono. Deja que suene. Se corta. Vuelve a sonar. Deja que suene. Se corta. Vuelve a sonar. No puede más y lo coge. Cualquiera puede ser, desde su madre hasta su marido, pasando por un encuestador, por un vendedor, por un recado para alguien que no está en casa y en el peor de los casos una equivocación...  y ya no sabe dónde ha puesto los papeles, ni los dedos, y ha perdido de la mente la primera frase con la que se iba a iniciar. 

En la creencia de que las interrupciones hayan acabado al fin llega el contacto amoroso que tanto ansiaba, a solas, el ordenador y ella van a hacer maravillas, desnudos los dos, se ríen, lloran, se besan, están creando vida y cuando el clímax se apodera de ellos, la lavadora reclama el suavizante, el silbato de la olla pide a gritos que deje de cocer el guiso, vuelve a sonar el teléfono… tres en uno, como los multiusos. Ella desesperada, el ordenador esperando. ¡Voy amor no tardo!, le dice. Todo en orden de nuevo, y cuando va a sentarse, suena el timbre de la puerta, el cobrador del gas, otras veces es la vecina que siempre tiene alguna necesidad imprevista, y, entre tanto, el enemigo número uno avanza inclemente…10, 11, 12… 

De vuelta a la pasión se deja consumir en esforzadas figuras, que si hipérbaton, que si asíndeton, que si antítesis, que si alegoría… hasta que vuelve a sonar el timbre de la puerta, ¡la vecina!, exclama, pero no, son sus hijos que llegan a comer…13, 14, 15…¡Ya son las tres! ¡Tengo que salir corriendo, entro a las cuatro a trabajar y aún no he comido! ¿Qué hay de comida?. 

Las lágrimas le llegan a los ojos, se despide con arrebato del amante y resignada sin resignación le llega un quiasismo ¡Cuando pitos flautas, cuando flautas pitos!




Por eso añado, para todas las mujeres escritoras y trabajadoras, este verso Consejo:

María, no te dejes consumir.
Cuando decidas escribir,
mira bien lo que te digo,
no permitas que nada ni nadie
se interponga en tu camino.


¡Espero que te haya gustado! Continuará...

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lunes, 2 de marzo de 2015

EL USO DE LAS PALABRAS

PILAR DEL CAMPO PUERTA

Para conocer las palabras y poder sacar todo el partido de ellas es preciso leer, porque las palabras están en los libros, sen de la materia que sean. Pero hay que ir más allá para conocer las palabras y usar las herramientas necesarias: los diccionarios o los libros donde la lengua sea la materia principal. 

De entre los muchos títulos que se pueden encontrar yo voy a recomendar unos pocos que forman parte de mi biblioteca; llegaron a ella hace tiempo y le agradezco que estén a mi lado.

 

Escrito por Julio G. Pesquera, profesor, es un libro ameno y divertido que hace fácil la lectura y la comprensión, muy útil para quien quiera conocer mejor mejor el idioma y no caer en vicios y errores.


"Lengua oral y escrita son, en realidad, dos lenguas distintas; la primera es un hecho natural adquirido básicamente, en la que los sociólogos llaman etapa verbal del desarrollo infantil, entre los dos y cinco años. La segunda es un hecho cultural, de más tardío aprendizaje, y que responde a la voluntad del hombre de dejar constancia de algo, superando la instantaneidad del lenguaje articulado."


Escrito por Leonardo Gómez Torrego este manual de gramática resuelve las dudas de la lengua con explicaciones claras y muchos ejemplos; es muy fácil de usar pues está organizado en forma de fichas y con un índice temático. En definitiva es un libro que ofrece respuestas al alcance de todos.
(Ver más información del autor en Te gustará saber, 5)

"... Esta gramática presenta muchos aspectos de novedad que la hace, sin duda, más atractiva al lector, que se ve obligado a discrepar o a discutir sobre algunos fenómenos concretos... Puede ser gran de utilidad para alumnos y profesores de niveles de enseñanza no universitaria... así como todas aquellas personas que demuestran un claro interés por el funcionamiento gramatical de nuestra lengua".



Todo escritor debe apoyarse en este diccionario orgánico, sugeridor de imágenes y asociaciones, donde a la idea se ofrecen en tropel las voces, seguidas de sinónimos, antónimos, análogos y referencias. 
Es como un bibliotecario solícito, que lo sabe todo, una incesante fuente de información, una gran ayuda.

Lo mejor de este diccionario es que encierra, además, una apasionante historia de trabajo del lexicógrafo Julio Casares del que el 1 de julio de 2014 se cumplieron los 50 años de su fallecimiento. 



Un diccionario que cada día vuelve Leer más

Este libro de Fernando Lázaro Carreter (mi primer gran encuentro conceptual con este maestro fue cuando estudiaba COU... ya ha llovido) en una elegante ironía a las barbaridades que se cometen al hablar y al escribir. Ameno y divertido, se puede leer todo seguido por capítulos. Pero lo más importante es que no se puede dejar de leer porque engancha. Imprescindible para conocimiento de la lengua española.
Aquí puedes leer más DARDO EN LA PALABRA de Lázaro Carreter 
De suma importancia son las reglas ortográficas ya que regulan la escritura de una lengua. Hay muchas cosas que aprendimos en el colegio y aún perduran, sin embargo, la lengua está viva y en constante cambio, adaptándose a los tiempos y todos los países de idioma español, por eso, lo mejor es,  para evitar errores, estar al día y conocer lo que en cada momento la Real Academia Española ha aprobado. 
Pincha aquí para conocer las principales novedades de la última edición de la
 Ortografía de la lengua española (2010)


Consejo: Que nadie crea que los libros mencionados son aburridos, todo lo contrario, ayudan a refrescar lo olvidado, aportan conocimientos nuevos y contribuyen a jugar con el significado de las palabras. 

Consejo: Tampoco hay que descuidar los signos de puntuación, y aunque siempre es necesario seguir con la historia antes de que se olvide, la puntuación debe llevarse a la vez, pues es un error pensar en corregir la ortografía al final porque siempre hay algo que se escapa.

Como anécdota, decía Rafel Alberti sobre este tema y de su poesía “que en la elaboración de sus poemas se fiaba sobre todo de su oído, que le daba el ritmo del verso. A fuerza de repetir poemas en voz alta había alcanzado una extraordinaria sensibilidad para valorar el sentido de las frases y captar así el ritmo adecuado para sus composiciones”. 

No me parece mal. Tanto en verso como en prosa hay que que escuchar lo que el texto nos transmite, porque nace en el corazón, se retuerce en el vientre, resuena en el oído y sale por la mano; pero antes de salir hay que escucharle, porque como si de una composición musical se tratase, hay que dejar que el texto nos lleve, que su melodía nos invada y, sin prisa, nos permita transcribir su sonido

Consejo u observación: Decir que las palabras construyen frases, que el conjunto de varias frases bien organizadas llevan al párrafo y que un número indeterminado de párrafos conforman un texto, no quiere decir que el texto sea válido, literariamente hablando.

Como decía Borges, al lector hay que darle facilidad de lectura, por eso, que se le quite al novel de la cabeza que utilizar “campo” “aurora” o “corazón” es utilizar vocablos simples, el lector entiende eso y sobran sus definiciones. El novel se acobarda con los vocablos utilizados habitualmente y estima más culto “rizar el rizo”; que no se equivoque, expresarse claro, concreto y conciso no hace daño a nadie, pero es muy importante conocer bien las palabras para utilizarlas de manera correcta. Y para que un texto adquiera calidad, la invención -con soporte de documentación o de observación-, la disposición de pensamientos y la elocución son elementos indispensables.

Por último, una vez mencionada la DOCUMENTACIÓN, como documentalista iré aportando aquellas novedades que encuentre de interés. También recomiendo consultar la página Te gustará saber.


¡Espero que te haya gustado! Continuará...

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